Introducción: Después del tratamiento primario para el cáncer de próstata localizado con prostatectomía radical o radioterapia, aproximadamente el 25-50% de los pacientes experimentarán recurrencia bioquímica. En contraste con el manejo de la recurrencia bioquímica después de la prostatectomía radical, el manejo óptimo después de la radioterapia sigue sin estar claro debido a la falta de datos prospectivos. La mayoría de estos pacientes son manejados de manera conservadora o con terapia de privación de andrógenos, y solo una pequeña fracción se somete a un tratamiento de rescate, principalmente debido a las morbilidades asociadas con estos tratamientos. En este contexto, la crioterapia de rescate emerge como una opción viable, que ofrece resultados oncológicos comparables a la prostatectomía radical de rescate, pero con resultados funcionales superiores. Objetivo: Presentar un video de una crioterapia hemiglandular de rescate para un cáncer de próstata recurrente en un paciente previamente tratado con radioterapia externa para cáncer de próstata localizado. Materiales y Métodos: Video de una crioterapia hemiglandular de rescate para cáncer de próstata recurrente. Resultados: Presentamos el caso de un hombre de 77 años que había sido tratado previamente con radioterapia para adenocarcinoma de próstata localizado (ISUP 3), con un nivel de PSA inicial de 14,2 ng/ml. A lo largo de su período de seguimiento, alcanzó un PSA-nadir de 0,14 ng/ml en 2016. Sin embargo, en 2023, su PSA llegó a 2,32 ng/ml. Se sometió a una PET-CT con 68 Gallium PSMA, que mostró un área de captación aumentada observada en el tercio medio y el ápex derecho, ubicado en la zona periférica, sugestiva de enfermedad activa localizada. Se realizó una biopsia sistemática guiada por ultrasonido transrectal, con núcleos aumentados obtenidos del área específica informada en la PET-PSMA. Se detectó cáncer de próstata recurrente en el área específica informada en la PET-PSMA. Optamos por una crioterapia hemiglandular de rescate. Debido a que el paciente tenía un lóbulo derecho grande, decidimos usar 5 criosondas para cubrir toda la hemiglándula. Para controlar la temperatura exterior utilizamos 2 sensores de temperatura, el primero en el esfínter urinario externo y el segundo en la fascia de Denonvilliers. Realizamos dos ciclos de congelación-descongelación, que duraron un total de 40 minutos. Este procedimiento se realizó en un entorno ambulatorio y el paciente fue dado de alta 6 horas después del procedimiento, con una sonda vesical, que luego se retiró en el 5º día postoperatorio. Al seguimiento de 1 mes, el PSA fue de 0,46 ng/ml. No hubo informes de incontinencia de novo o disfunción eréctil. Sin embargo, el paciente experimentó aumento de la frecuencia y urgencia urinaria. A los 3 meses el nivel de PSA fue de 0,28 ng/ml y se informó una normalización completa de los síntomas urinarios bajos relacionados con el almacenamiento. Discusión/Conclusión: La crioterapia parece ser una opción válida de tratamiento de rescate para el cáncer de próstata recurrente con morbilidad funcional aceptable. A pesar de los informes de resultados inferiores en comparación con la prostatectomía radical de rescate, estas desventajas deben sopesarse contra mejores resultados funcionales. La selección adecuada del paciente y la imagen adecuada son clave para adaptar los tratamientos de rescate en el cáncer de próstata recurrente y lograr buenos resultados oncológicos y funcionales.
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