INTRODUCCIÓN El trasplante renal de donante vivo se destaca como la opción más efectiva a corto y largo plazo, subrayando la necesidad de promover esta modalidad de donación. La complejidad quirúrgica aumenta especialmente en casos con complicaciones adicionales en el receptor, como la reutilización de la fosa iliaca o alteraciones vasculares. MATERIAL Y MÉTODOS Se presenta a una mujer de 50 años con antecedentes de insuficiencia renal crónica debido a nefrocalcinosis por hipomagnesemia, iniciando hemodiálisis en 1991. El primer trasplante renal en la fosa iliaca derecha (FID) en 1991 fracasa por rechazo agudo y trombosis, quedando calcificado. En 1999, el segundo trasplante en la fosa iliaca izquierda (FII) presenta varias complicaciones postquirúrgicas como linfocele recidivante con peritonitis esclerosante, llevando a la paciente de nuevo a diálisis en enero de 2023 por rechazo crónico. La paciente ingresa en noviembre de 2023 para recibir su tercer trasplante de donante vivo, decidiéndose en sesión multidisciplinar realizar la trasplantectomía del primer injerto renal localizado en FID simultánea al implante. RESULTADOS La trasplantectomía del injerto calcificado en la fosa iliaca derecha se realizó con dificultad, ya que se observaron intensas adherencias y el seno renal estaba incluido en la calcificación. Por ello, la arteria iliaca externa presentó un importante daño vascular, precisando un bypass arterial con prótesis de PTFE. Posteriormente, se implantó el nuevo injerto renal, realizando una anastomosis terminolateral arteral sobre la prótesis. Tras la perfusión del injerto, adquirió buen aspecto sin diuresis inmediata, con un tiempo de isquemia fría de 3 horas. Se realizó un implante ureteral directo en la vejiga tutorizado con catéter doble J. Durante el postoperatorio, la función renal fue adecuada, con diuresis amplias y descenso espontáneo de la creatinina, alcanzando 1.2 mg/dL al alta después de la optimización de los niveles de tacrolimus. Se realizaron hasta 4 transfusiones de hematíes por anemización periquirúrgica y se requirió la punción-drenaje de un linfocele periinjerto. CONCLUSIONES El trasplante en la paciente muestra resultados favorables sin embargo, debido a la complejidad quirúrgica, se requieren un equipo altamente especializado para maximizar las probabilidades de éxito.
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