Ambas técnicas aplicadas en la PRL consiguen un elevado índice de continencia urinaria en el postoperatorio inmediato, evaluado a las dos y cuatro semanas después de la extubación uretral en estos pacientes (72 y 85 % respectivamente, con 0 compresas/día).
Preservación del Factor extrínseco: DPPMS:
Consiste en una minuciosa disección del ms. Puborrectal de la fascia periprostática hasta alcanzar el tejido fibroadiposo medial. Seguidamente giramos 180 grados la óptica de 30 grados e iniciamos una minuciosa disección del ms. Puboperineal, solo visible de modo claro y completo de este modo; estos escasos fascículos musculares se disecan de la fascia perineal subyacente. En esta fase se precisa la sección parcial del ligamento puboprostático en el 75% de los casos.
Posteriormente se procede al paso de la aguja para la ligadura del complejo venoso dorsal profundo del pene, garantizando no incluir fibras musculares del ms. Puboperineal y también evitando “decapitar” la porción más ventral del EUE.
Preservación del Factor intrínseco: RBDMDVP:
Se trata de disecar el “apron” esfinteriano –EUE respecto de la superficie ventral de la glándula, avanzando a través del plano de clivaje que se establece entre la fascia periprostática por su vertiente ventral y el EFMA de Mc Neal, hasta alcanzar el inicio de la uretra membranosa y procediendo a este nivel con una meticulosa disección de la misma del interior del pico prostático, con el objeto de “recuperar” fibras del rabdomioesfínter del interior del pico prostático. Procediendo de este modo, preservamos casi “ad integrum” la longitud total de la uretra membranosa junto con su complejo esfinteriano-EUE, consiguiendo con ello una correcta continencia urinaria.
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