INTRODUCCIÓN: La incidencia de las lesiones vasculares durante la laparoscopia está en torno al 1%, aunque la mortalidad que desencadenan no es despreciable. Los procedimientos complejos en torno a grandes vasos son frecuentemente el escenario de este tipo de lesiones. Muchos cirujanos deciden reconvertir a cirugía abierta ante una lesión de este tipo, sin embargo, en manos expertas la reparación laparoscópica es factible.
CASO CLÍNICO: Presentamos el caso de una paciente 54 años que ingresa para RIRS. En el momento del acceso uretral se detecta masa sólida a ese nivel, que se biopsia. La anatomía patológica viene informada como neoplásica, por lo que se decide uretrectomía, cistectomía y linfadenectomía laparoscópicas.
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA QUIRÚRGICA: Durante la linfadenectomía izquierda se evidencia sección yatrógena causada por Ligasure de la arteria ilíaca externa. Ante tal situación se intenta la reparación primaria laparoscópica. Introducimos dos clamps tipo bulldog para clampar sendos extremos y poder resecar con seguridad la parte cauterizada. Cortamos los extremos y, para suplir el defecto resultado de la retracción de los cabos, introducimos una prótesis de Gore-Tex que anastomosamos a los extremos. Para las anastomosis empleamos una sutura continua tipo Van Velthoven con Surgipro 6/0. Por último desclampamos, identificamos un punto sangrante y damos un punto suelto a tal nivel.
El tiempo total de reparación fueron 84 minutos, con una pérdida de sangre escasa y con buenos resultados funcionales posteriores: la paciente presentaba en el postoperatorio pulso pedio conservado y una SatO2 medida en el miembro inferior izquierdo del 100%. En el TAC de control se objetiva la prótesis normoposicionada y con buen flujo. La anatomía patológica confirmó los datos de la primera biopsia, informada como adenocarcinoma uretral de tipo intestinal.
CONCLUSIONES: Aunque las lesiones vasculares mayores son infrecuentes, son la segunda causa de muerte asociada a la laparoscopia por detrás de las causas anestésicas. Su reparación mediante laparotomía puede ser técnicamente más fácil, pero durante la conversión se pierde abundante sangre. Dado el aumento de la cirugía laparoscópica en los últimos 10 años y la mayor experiencia de los cirujanos, es factible considerar la reparación laparoscópica de estas lesiones.
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