Introducción. El linfocele es una complicación tardía frecuente en el paciente trasplantado renal, con una incidencia estimada del 18%, aunque tan sólo el 5% necesitan tratamiento. Resulta de la insuficiente ligadura o electrocoagulación de los vasos linfáticos del receptor así como del injerto. La indicación de tratamiento viene dada por la sintomatología producida en relación al posible efecto compresivo sobre las estructuras vecinas. Metodología. Presentamos el caso de una mujer de 49 años, hiperinmunizada, trasplantada renal por enfermedad renal crónica idiopática. Tuvo un trasplante previo en el año 2000 con una supervivencia del injerto de 16 años. Se realiza nuevo trasplante de injerto renal derecho procedente de donación de asistolia Maastricht III en fosa iliaca izquierda con anastomosis lateroterminal de 3 arterias renales a la arteria iliaca externa. El postoperatorio inmediato trascurre sin incidencias aunque la función renal no resulta óptima. Se realiza biopsia renal con resultado de nefropatía diabética. Al mes de evolución presenta en ecografía de control colección pélvica perivesical izquierda de 7.3 x 9.8cm que desplaza lateralmente la vejiga y ocasiona edema en miembro inferior izquierdo. Se decide drenaje percutáneo con cultivo negativo y se inicia escleroterapia. En TC de control se objetiva nueva colección yuxtavesical izquierda adyacente al drenaje anterior de aspecto tabicado de 8x12x6.6cm con persistencia del desplazamiento lateral vesical y compresión de vasos iliacos izquierdos, por lo que realizamos nuevo drenaje percutáneo con salida de 200cc y se inicia escleroterapia en paralelo a la descrita previamente. Ante persistencia de colección tabicada en ecografías de control y débito persistente, se opta por marsupialización peritoneal laparoscópica. Describimos dicha técnica en un vídeo quirúrgico. Resultados. El procedimiento resultó factible y el postoperatorio cursó sin complicaciones, siendo retirado el drenaje a los 3 días. Actualmente la paciente se encuentra asintomática, y pese al buen resultado quirúrgico, no presentó mejoría de la función del injerto por lo que precisa de hemodiálisis. Conclusiones. Según nuestra experiencia, el tratamiento quirúrgico laparoscópico del linfocele sintomático en los pacientes trasplantados renales es un proceso seguro, eficaz y de baja morbilidad, siendo este el tratamiento de elección si el manejo conservador fracasa.
|