Introducción: El intestino es ampliamente utilizado en la cirugía como derivación urinaria, pero este no está exento de la posible formación de litiasis. Muchos factores contribuyen a la formación de cálculos, siendo el éstasis urinario, la producción de moco, la bacteriuria y los cambios metabólicos los más importantes. Generalmente la mayoría de los pacientes con cálculos en una derivación urinaria se pueden tratar con técnicas mínimamente invasivas dependiendo de las características del paciente y la litiasis. Materiales y Método: Presentamos un varón de 67 años portador de derivación urinaria tipo Bricker desde hace 10 años tras cistoprostatectomía por neoplasia vesical infiltrante. Este es ingresado por dolor abdominal difuso y fracaso renal agudo secundario a una litiasis obstructiva de 35mm en el asa ileal objetivada por radiografía y TC. Mostramos un video ilustrativo de la litofragmentación y resolución endoscópica ascendente a través del asa ileal sin precisar nuevos accesos percutáneos. Resultados: Nuestro paciente fue dado de alta a las 72h de la intervención, tras la corrección paulatina de la función renal. No presentó complicaciones inmediatas como daño del asa ileal, infecciones o hematuria anemizante. La litiasis tras su análisis de composición fue descrita como ácido úrico 70% y oxalato cálcica 30%. Tras 6 meses de seguimiento persiste asintomático y sin litiasis residual en radiografía y ecografía de control. Conclusión: El abordaje terapéutico de la litiasis de las derivaciones urinarias, debe ser personalizado. Debemos elegir siempre la opción menos invasiva y más segura y eficaz para el paciente, siendo la endoscopia por la ostomía un posible acceso aplicable para esta localización litiásica.
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